Has sentido alguna vez que alguien te mira, pero en realidad no hay nadie allí, has caminado a solas durante la noche y tenido la sensación de que alguien te mira, has caminado a solas durante la noche y tenido la sensación de que alguien te persigue, seguramente a casi todos nos ha pasado este tipo de cosas, inclusive algunos de nosotros hemos llegado a ver directamente o de reojo algunas sombras extrañas, que cuando nos fijamos bien en realidad no pertenecen a nada y a nadie, puede, e inclusive en este momento justo a un lado de ti, algo te este mirando sin que te des cuenta, pero a pesar de ello sientes esa mirada, o podría ser que eso que crees que sientes esta del otro lado de la ventana, quizás en realidad sea una especie de ser maligno, que te acecha, y espera el momento justo en que voltees a verlo, pero cuidado, ese ser maligno podrían estar en cualquier parte, pero mas aún, podría estar detrás de ti... dime si lo sientes.
Por allá en el año 1918, mas o menos en los alrededores de Chinameca mórelos México, ocurrió una serie de sucesos misteriosos, que mantenían a todas las poblaciones aterrorizadas, pues se decía que el diablo rondaba por aquellos lugares, para llevarse a las personas al infierno, había que tener especial cuidado en los callejones oscuros, y sobre todo de nunca quedarse solo por la noche...
La historia cuenta, que en una ocasión, el diablo perdió una apuesta, fue en una cantina jugando al cubilete.
Un misterioso caballero, bien vestido, al que nunca se le había visto en el lugar, entro por la puerta principal de aquella vieja pero famosa cantina a la que acudían bastantes personas con malos vicios, apostadores, borrachos, ladrones, criminales como estafadores, secuestradores, violadores, etc. eran los que llenaban aquel despreciable lugar. Eran las 11:00 de la noche, y el misterioso hombre se sentó en una esquina de aquel lugar, con una sonrisa en la boca, un aspecto sombrío, miraba todo a su alrededor, de pronto un grupo de hombres con botellas de licor barato, armaron un improvisado escenario, en donde comenzaría a jugar al famoso cubilete, el juego era simple, todo estaba echado al asar, se agitaba el vaso con los dados dentro de el, se arrojaba sobre la mesa, y quien sacara la puntuación mas alta era el ganador, de entre aquellos hombres hubo un desafortunado y pobre viejo como de 60 años, quien cometió el error de mirar fijamente al hombre misterioso, y así de buenas a primeras, el pobre viejo se levanto, tomo su sombrero y sin decir nada salió del sitio dejando vacante su lugar, rápidamente y casi al mismo tiempo que el viejo salió, el misterioso hombre tomo el lugar en aquella mesa y dijo, caballeros que comience el juego, aquella horrible y desgastada mesa se había convertido en un lugar lleno de joyas, relojes, esclavas, anillos, billetes, oro, y cuanto mas objeto de valor a ustedes se les pueda ocurrir, con todo lo que había sobre ella, fácilmente podrían haber comprado la cantina con todo y sus licores. Uno a uno fueron quedando sin pertenencias, el misterioso hombre, no solo era elegante y audaz, sino que también tenia muy buena suerte. Ya había terminado prácticamente de saquearlos a todos en la cantina, solo quedaban aquellos borrachos tirados sobre el suelo dormidos sin saber lo que pasaba alrededor, todos estaban sorprendidos ante aquel elegante caballero que se había quedado con todo, pero como es clásico en casi cualquier cantina, no faltaron los borrachos que decidieron que no era posible que un total desconocido llegara así y se quedara con todo, así que la tención del lugar fue subiendo poco a poco, mientras que la sonrisa de aquel misterioso hombre cada vez era mas grande y humillante, -¡no te vas a llevar nada cabrón! dijo uno de los hombres con la mirada casi perdida y las rodillas tambaleantes, a lo que nuestro personaje contesto, -vera usted caballero la única forma en que yo salga de aquí con las manos vacías, es si alguno de ustedes me gana una partida sobre la mesa, de pronto como si de una escena del viejo oeste se tratase, un charro mexicano entro sorpresivamente en el lugar, a este tampoco lo habían visto nunca en aquella cantina, pero dicho charro tenia pinta de matón. La leyenda dice que supuestamente era el mismísimo Emiliano zapata, quien entro por aquella puerta a lasa 12:00 de la madrugada retando al misterioso hombre, ambos comenzaron a jugar, lo que parecía la suerte interminable para el caballero elegante, poco a poco fue perdiendo fuerza, y efecto sobre el juego, pues ahora el charro era quien lo estaba despojando de todo cuanto había ganado hasta que no le quedo nada, el caballero ya no tenia en su rostro aquella sonrisa tenebrosa, ahora su expresión era fría y rabiosa, justo cuando ya no le quedaba nada, miro fijamente al charro a los ojos y le dijo -¡quien eres tu, porque te atreves a desafiarme! a lo que el charro contesto -dicen que vas de pueblo en pueblo llevando la desgracia por donde te paras, así que eh decidido ser yo quien ponga fin a tu maldito camino satanás. Todo el mundo temblaba de miedo por las palabras que aquel charro acababa de decir, -que vas hacer ahora maldito demonio, quemaras el lugar con todos dentro, los mataras a todos ahora que ya no te queda nada, seguirás jugando maldito cobarde! El Caballero se ríe mua jajajaja ja ja (risa demoniaca) -tienes razón amigo, usted ya me lo a quitado todo, pero yo no soy ningún cobarde, lo único que me queda es mi ropa, mi ultimo trago y mi sombra... te parece si apostamos mi sombra. -¡A dicho usted que apostaría hasta su sombra! -Así es buen hombre mi sombra contra su sombrero, ¡echo! dijo el charro. El elegante caballero lanzo los dados primero, luego el charro y después.... -felicidades le entrego mi sombra señor, fue un placer, con permiso... aquel misterioso hombre se marcho con la misma sonrisa macabra con que llego horas antes a la cantina, curiosamente este hombre no tenia sombra alguna al momento de irse...
Un misterioso caballero, bien vestido, al que nunca se le había visto en el lugar, entro por la puerta principal de aquella vieja pero famosa cantina a la que acudían bastantes personas con malos vicios, apostadores, borrachos, ladrones, criminales como estafadores, secuestradores, violadores, etc. eran los que llenaban aquel despreciable lugar. Eran las 11:00 de la noche, y el misterioso hombre se sentó en una esquina de aquel lugar, con una sonrisa en la boca, un aspecto sombrío, miraba todo a su alrededor, de pronto un grupo de hombres con botellas de licor barato, armaron un improvisado escenario, en donde comenzaría a jugar al famoso cubilete, el juego era simple, todo estaba echado al asar, se agitaba el vaso con los dados dentro de el, se arrojaba sobre la mesa, y quien sacara la puntuación mas alta era el ganador, de entre aquellos hombres hubo un desafortunado y pobre viejo como de 60 años, quien cometió el error de mirar fijamente al hombre misterioso, y así de buenas a primeras, el pobre viejo se levanto, tomo su sombrero y sin decir nada salió del sitio dejando vacante su lugar, rápidamente y casi al mismo tiempo que el viejo salió, el misterioso hombre tomo el lugar en aquella mesa y dijo, caballeros que comience el juego, aquella horrible y desgastada mesa se había convertido en un lugar lleno de joyas, relojes, esclavas, anillos, billetes, oro, y cuanto mas objeto de valor a ustedes se les pueda ocurrir, con todo lo que había sobre ella, fácilmente podrían haber comprado la cantina con todo y sus licores. Uno a uno fueron quedando sin pertenencias, el misterioso hombre, no solo era elegante y audaz, sino que también tenia muy buena suerte. Ya había terminado prácticamente de saquearlos a todos en la cantina, solo quedaban aquellos borrachos tirados sobre el suelo dormidos sin saber lo que pasaba alrededor, todos estaban sorprendidos ante aquel elegante caballero que se había quedado con todo, pero como es clásico en casi cualquier cantina, no faltaron los borrachos que decidieron que no era posible que un total desconocido llegara así y se quedara con todo, así que la tención del lugar fue subiendo poco a poco, mientras que la sonrisa de aquel misterioso hombre cada vez era mas grande y humillante, -¡no te vas a llevar nada cabrón! dijo uno de los hombres con la mirada casi perdida y las rodillas tambaleantes, a lo que nuestro personaje contesto, -vera usted caballero la única forma en que yo salga de aquí con las manos vacías, es si alguno de ustedes me gana una partida sobre la mesa, de pronto como si de una escena del viejo oeste se tratase, un charro mexicano entro sorpresivamente en el lugar, a este tampoco lo habían visto nunca en aquella cantina, pero dicho charro tenia pinta de matón. La leyenda dice que supuestamente era el mismísimo Emiliano zapata, quien entro por aquella puerta a lasa 12:00 de la madrugada retando al misterioso hombre, ambos comenzaron a jugar, lo que parecía la suerte interminable para el caballero elegante, poco a poco fue perdiendo fuerza, y efecto sobre el juego, pues ahora el charro era quien lo estaba despojando de todo cuanto había ganado hasta que no le quedo nada, el caballero ya no tenia en su rostro aquella sonrisa tenebrosa, ahora su expresión era fría y rabiosa, justo cuando ya no le quedaba nada, miro fijamente al charro a los ojos y le dijo -¡quien eres tu, porque te atreves a desafiarme! a lo que el charro contesto -dicen que vas de pueblo en pueblo llevando la desgracia por donde te paras, así que eh decidido ser yo quien ponga fin a tu maldito camino satanás. Todo el mundo temblaba de miedo por las palabras que aquel charro acababa de decir, -que vas hacer ahora maldito demonio, quemaras el lugar con todos dentro, los mataras a todos ahora que ya no te queda nada, seguirás jugando maldito cobarde! El Caballero se ríe mua jajajaja ja ja (risa demoniaca) -tienes razón amigo, usted ya me lo a quitado todo, pero yo no soy ningún cobarde, lo único que me queda es mi ropa, mi ultimo trago y mi sombra... te parece si apostamos mi sombra. -¡A dicho usted que apostaría hasta su sombra! -Así es buen hombre mi sombra contra su sombrero, ¡echo! dijo el charro. El elegante caballero lanzo los dados primero, luego el charro y después.... -felicidades le entrego mi sombra señor, fue un placer, con permiso... aquel misterioso hombre se marcho con la misma sonrisa macabra con que llego horas antes a la cantina, curiosamente este hombre no tenia sombra alguna al momento de irse...
Se dice que el 10 de abril de 1919 Emiliano zapata murió preso en una emboscada, y cuando este callo al suelo, una especie de espíritu negro salió de su boca, quienes lo vieron quedaron conmocionados, describieron la escena como fría, aterradora y maloliente, ¡era la sombra del diablo, que escapaba del cuerpo inerte de aquel charro mexicano! resulta que la sombra lo había estado atormentando desde hacia varios meses, y que ahora había quedado libre para deambular por el mundo. Desde entonces se dice, que cuando sientas algo detrás de ti, que alguien te observa o que te persigue, podría tratarse de aquella misteriosa sombra negra que atormento a Emiliano zapata hasta el día de su muerte, así que si justo en estos momentos estas sintiendo que hay alguien mirándote desde la sombra, ten mucho cuidado pues este ente maldito es "la sombra del diablo"
Alv tengo mied0 !¡!
ResponderBorrarPerro
ResponderBorrarTraes el omnitrix
BorrarGilipollas inutil estamos en el puto 2019
BorrarEsta perrona la historia
ResponderBorrarNo mames me cague: v
ResponderBorrarLa ortografía y la puntuación se las debo
ResponderBorrarDisculpa el enorme error y gracias por tu tiempo.
BorrarCabrón a ver escribes un poco mejor, ya que subes una historia ponle sus tildes y eso que me estaba dando algo mientras lo leía y veía tantos fallos
ResponderBorrarGracias! voy a poner mas atención en la ortografía.
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