viernes, 17 de marzo de 2017

LA MUÑECA DE VANESA



                                                          LA MUÑECA DE VANESA

El relato comienza aquel día en el que se me ocurrió hacerle una broma a mi hermano menor Adrián cerca del día de brujas.
En esa ocasión le tocaba el aseo de la escuela a mi mamá, mientras nosotros nos aburríamos se me ocurrió una broma, eh hice cómplice a mi hermana Rosita es menor que yo, entonces aprovechamos la oportunidad, lo seguimos al baño, esperamos a que se sentara, como estaba muy pequeño no alcanzaba a ver sus pies por abajo de la puerta, así que me metí al baño de a lado me subí al inodoro, lo podía ver desde arriba, baje y le dije a Rosita vete atrás del baño y pégate a la pared cuando te haga una señal camina hasta la entrada y después regresa igual lentamente, así solo se vería la sombra y mi hermanito no podría identificar quien era, volví a subirme en el baño de a lado y listo. Empecé a decir en voz baja ¡ahhhhhh adriiiannn sal de aquí! y el empezó a voltear a todos lados tratando de ver de donde provenía la voz yo le hice una seña a rosita y ella empezó a caminar... mi hermano se moría del terror al ver la sombra de unos pies delgados y una voz escalofriante, cuando mi hermano no resistió mas y decidió levantarse rápidamente para salir corriendo, jale a rosita apagamos la luz y nos salimos antes que el, le cerramos la puerta, el no alcanzaba la luz para prenderla y no sabia abrir una puerta, lleno de terror empezó a gritar MAMÁ!!!!! MAMÁ!!!! nosotras corríamos, a Rosita se le atoro el suéter no lo podía zafar y en ese momento mi mamá grito mi hijo que le pasa a mi hijo yo al ver que mi madre ya venia le quite el suéter a Rosita pero nos vio desde lejos mi madre sospecho que habíamos sido nosotras y grito ¡van a ver pinches escuinclas! mi madre llego al baño saco a Adrián que ya estaba llorando y nos empezó  a corretear diciendo ¡cuando las agarre van a ver! (ya saben la típica mamá) cuando se fue cansando nos escondimos en el ultimo salón uno que parecía una cabaña en el iba mi hermana mayor Lupita. Ya a salvo recogí mi muñeca que me habían traído los reyes, para que se nos pasara el susto le dije a Rosita vamos a disfrazar a mi muñeca de brujita, comenzamos usar el material disponible, ya terminado el disfraz la vestimos y la sentamos en una butaca pensamos... para que se le baje mas rápido el coraje a mamá ayudémosle con el aseo de este salón Rosita estuvo de acuerdo y comenzamos a limpiar, de repente Rosita me dice Vane... Vane!!! ¡que sucede rosita? escucho que dicen ¡mamá! yo no escuche nada rosita debe ser a lo mejor los que viven al lado que esta regañando a su hija vamos apurarnos paso un minuto aprox. y rosita volvió a decir, escucha vane ahí esta, no se escucha nada rosita ya párale eh me estas asustando y en eso... escuchamos una voz de niña pequeña que decía mamá tengo hambre volteamos hacia la muñeca y ella estaba sonriendo de manera diabólica mientras repetía mamá tengo hambre estirando los brazos, nos asustamos, me eche a correr hacia la puerta rosita se quedo unos segundos temblando y después empezó a seguirme, del miedo o no se porque no podía abrir la puerta volteamos hacia la muñeca y vimos como se iba bajando de la butaca mas nos dio miedo pero no podíamos abrir la puerta volvimos a voltear la mirada y la muñeca ya venia caminando hacia nosotros gritando ¡mama no me dejes mama llévame contigo! no supe como se abrió la puerta, al salir cerré de nuevo la puerta y corriendo con rosita nos alejamos, a una distancia volteamos y la muñeca ya estaba en la ventana diciendo lo mismo ¡mama no me dejes mamáááá... corrimos a donde se encontraba mi mamá cuando le contamos nos dijo, no crean que diciéndome mentiras ya no les voy a pegar pero como nos vio con bastante miedo fuimos los cinco a ver, armados con un martillo una pala un palo llegamos al salón, con miedo entramos, ahí me di cuenta que la muñeca no estaba sentada donde la había dejado, mi mamá se acerco mientras le decía de groserías, la golpeaba, pisaba y demás... luego la metió en un bote y se la llevo, nosotros aterrados pensamos que en cualquier momento se movería el bote y se pondría a gritar ¡sáquenme de aquí! pero no afortunadamente... mi mamá le prendió fuego. Pasaron varios días para que se nos quitara el susto pues éramos unos niños pequeños, yo imaginaba que se nos iba aparecer quemada con sus ojos feos pero me equivoque ¡fiuuu! bueno allí se termina la historia gracias y hasta la próxima.

     

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